Según nuestro columnista Víctor Quijada, el nuevo enfrentamiento entre ejecutivo y legislativo en plena pandemia, pone a manifestación la falta de capacidad de diálogo, de negociación y madurez de nuestra clase política, porque han antepuesto sus intereses personales.
Si bien es cierto, señala el experto, la vía constitucional para cuestionar la actuación de un ministro es la interpelación y de ser necesaria la censura, esperemos que el voto de confianza esta vez se dé, porque este entrampamiento político hace perder tiempo y dinero al Estado.
Esto puede conllevar al hartazgo de la clase política por parte de la sociedad, que puede ser capitalizado por cualquier aventurero político, más aún cuando el próximo año haya más desempleados, por ende, más pobreza.
Todo esto porque la clase dirigente y empresarial en estos casi 200 años de república no han sabido crear igualdad de oportunidades y desarrollo para todos, por tanto se requeriría un cambio estructural del Estado.