El comúnmente llamado “hígado graso” es la acumulación de grasas en las células hepáticas y se trata de una patología en aumento porque está asociada a la obesidad, la hipertensión y el colesterol alto. Por lo tanto, este serio problema de salud afecta a muchas personas en nuestro país y el mundo entero, y en la mayoría de casos no se le da un tratamiento adecuado.
Más de la mitad de los pacientes con hígado graso presentan fatiga persistente o malestar en el cuadrante superior derecho del abdomen. Uno de los principales causantes de esta condición médica es la mala alimentación. Una ingesta desproporcionada de frituras y grasas, así como la poca actividad física afectan seriamente al hígado.
¿Cuál es la mejor forma de evitar este mal? La alimentación es fundamental. Es importante reducir los azúcares refinados, los carbohidratos, las grasas de origen animal y el alcohol. Comer más verduras, pescados y frutos secos. Controle su peso constantemente y haga ejercicio con regularidad.