Ciento de ciudadanos se reunieron a protestar para exigir la renuncia del mandatario Pedro Castillo. Vecinos de San Isidro, La Molina, Miraflores, y otros distritos marcharon pacíficamente hasta llegar a Plaza San Martín en el Centro de Lima. Sin embargo, cuando el grupo de manifestantes se dirigió al Congreso de la Repúblico, sujetos malintencionados se sumaron a la protesta y esta se tornó violenta.
Los hechos de violencia surgieron cuando algunas personas intentaron forzar las rejas y romper el cerco policial que impedía su paso hacia el Congreso, así que empezaron los enfrentamientos con agentes de la Policía Nacional del Perú (PNP), en el cruce de la avenida Abancay con el jirón Huallaga, en el Cercado de Lima.
Pero los actos de violencia no acabaron ahí, ya que luego empezaron a tirar piedras, palos y ladrillos contra los agentes policiales, incluso, quemaron un contenedor de basura y se los lanzaron.
A pesar que después, Pedro Castillo eliminó el toque de queda, los destrozos y el caos continuaron en una de las avenidas más transitadas de la capital. Vándalos arremetieron contra exteriores del Ministerio Público y la Corte Superior de Justicia. Asimismo, no solo ocasionaron daños, sino que robaron computadoras y extintores de esos recintos.