Cientos de personas de distintos puntos de la capital se congregaron en las inmediaciones de la avenida Abancay, en camino al Congreso, para exigir la derogación de la ley 32108, que modifica la figura del crimen organizado y demandar medidas más severas contra la delincuencia.
Transportistas, comerciantes, emprendedores, amas de casa y estudiantes llegaron con pancartas y banderolas en mano, solicitando al gobierno detener la ola de criminalidad. “Varios estudiantes nos estamos uniendo a la marcha, ya que la realidad en el país es bastante preocupante. Comerciantes, transportistas y nosotros, los propios estudiantes, estamos sufriendo la violencia”, afirmó un alumno de la UNMSM.
Además de exigir mano dura contra la criminalidad, los manifestantes pedían, al mismo tiempo, la salida de la presidenta Dina Boluarte y del ministro del Interior, Juan José Santivánez. “Ella debe dar un paso al costado junto con el Congreso. Más del 90% de la población la rechaza”, indicó un transportista de Huaycán.
Los comerciantes aseguraron que tanto grandes como pequeños negocios están siendo extorsionados y amenazados de muerte si no pagan. “Somos empresarios que luchamos día a día para sacar adelante al país, por eso necesitamos mayor seguridad”, indico un comerciante del mercado Unicachi -Pro, en Los Olivos. “No tenemos presidenta en estos momentos; estamos en un desgobierno total en términos de seguridad”, aseveró.
EN PIE DE LUCHA
Hasta el cierre de este informe, los manifestantes permanecían en los exteriores del Congreso con el objetivo de entablar un diálogo con representantes del Parlamento. Según indicaron, extenderán marcha y se quedarán toda la noche esperando que escuchen sus demandas. “Todo el pueblo se va a levantar, desde la costa, la sierra y la selva”, afirmaron.