Miles de personas en la capital enfrentan diariamente el caótico tráfico y, además, sufren los efectos de la contaminación sonora, causada por el constante sonido de claxon y los megáfonos de los comerciantes ambulantes que promocionan sus productos en los paraderos de autobuses.
El equipo de ‘Lucha Te Escucha’ salió a las calles para evaluar el impacto de esta problemática en la población. Durante las horas pico, la contaminación sonora en lugares concurridos como el centro de Lima alcanza los 92 decibeles, muy por encima de lo permitido.
Según el Reglamento Nacional de Tránsito, el uso innecesario o indebido del claxon de un vehículo conlleva una multa de 184 soles, conocida como papeleta L07. Sin embargo, con un descuento que supera el 50%, los conductores solo podrían pagar aproximadamente 36 soles.
A pesar de la presencia policial, muchos conductores ignoran esta normativa y utilizan el claxon para atraer pasajeros, y peor aún si se encuentran en situaciones de tráfico.
MEGÁFONOS DE AMBULANTES
Otro problema sonoro frecuente son las bocinas de los triciclos donde los comerciantes ambulantes anuncian sus productos, lo cual afecta la audición y tiene cansados a la mayoría de los ciudadanos. Muchos argumentan que usar un megáfono, parlante, es su única manera de atraer clientes y vender sus productos.