En el distrito de La Victoria, una mujer que se dedica a la venta de emolientes en el cruce de los jirones García Naranjo y Cangallo, denunció que viene siendo constantemente hostigada por farmacias, funerarias y otros negocios de la zona, que no la dejan trabajar.
La denunciante, identificada como Cinthia Huamaní, señaló que dichos negocios, que cuentan con locales propios o alquilados, llamaron a personal de Fiscalización del Municipio de La Victoria, quienes se llevaron su carrito emolientero y el de otros colegas, según ella, de forma arbitraria e injusta, pues asegura que cuenta con documentación en regla.
Durante un enlace en vivo para el programa Dilo Fuerte, la comerciante indicó que, tras el retiro de su carrito emolientero, uno de los negocios aledaños colocó sillas de ruedas en el que era su espacio espacio de trabajo para ser vendidas. Dichas sillas están colocadas en plena vía pública, impidiendo el libre tránsito de vehículos y peatones.
¿PERMISO?
La dueña de la farmacia que colocó dichas sillas de rueda, Esperanza Jiménez, aseguró ante nuestras cámaras que cuenta con un "permiso" de la Municipalidad para poder vender sus productos en plena vía pública.
