Han pasado ya 24 años, desde que un día como hoy, el fútbol peruano vivió una de sus peores tragedias. Alianza Lima perdió a todo su plantel de jugadores y comando técnico con la caída del avión Fokker que los traía a Lima de Pucallpa.
Hoy jueves que el cuadro intimo disputa la final del torneo profesional ante Juan Aurich, la ayuda vendrá no solo de sus millones de hinchas en la tierra, sino también de aquellos mártires que nos tomaron la delantera.
Aquella noche del 8 de diciembre de 1987, en las aguas de Ventanilla, muy cerca del aeropuerto internacional Jorge Chávez, se escribió una de las páginas más tristes y dolorosas para el balompié nacional.
Las razones, las causas, los motivos, el por qué, hasta el día de hoy siguen siendo un total misterio, pero el fútbol peruano perdió a una valiosa generación de jugadores y también a un gran entrenador como Marcos Calderón.
El primer equipo y los más altos dirigentes aliancistas se encuentran en Chiclayo por el partido del ‘Play Off’, pero en el estadio de Matute, como ya es costumbre, se realizará la misa y la primera comunión los niños desde las 11 de la mañana.
