La medalla de plata fue para el panameño Alonso Edward, que paró el crono en 19,81, su mejor marca personal. El bronce se lo quedó el estadounidense Wallace Spearmon con 19,85.
Muy por delante, sin embargo, estaba Bolt, que ya a la salida de la curva aventajaba por metros a sus rivales.
En la recta, sin nadie a la vista, apretó mirando únicamente el cronómetro junto a la meta, empujado por más de 60.000 almas en el Estadio Olímpico.
El jamaicano vio un 19,20 en el reloj y sonrió, sacó incluso la lengua mientras señalaba su nuevo récord. Ya ese crono era inconcebible, pero además la medición se corrigió segundos más tarde una centísima más abajo: 19,19.
Nada menos que once centésimas menos que su anterior récord, los 19,30 que había logrado en los Juegos de Pekín 2008. Bolt había repetido la misma jugada que el domingo en los 100 metros, indicó DPA.