Nolberto Solano vivió una jornada inolvidable en Pakistán. Apenas unos días después de haber asumido el cargo de director técnico de la selección nacional, fue agasajado en la Casa del Fútbol de Lahore con una ceremonia de bienvenida que desbordó simbolismo y reconocimiento. Los dirigentes de la Federación de Fútbol de Pakistán lo presentaron ante la prensa y autoridades como una figura destinada a liderar el crecimiento del balompié local.
Durante la recepción, Solano sostuvo un primer encuentro con los directivos con quienes deberá coordinar el desarrollo de sus proyectos inmediatos, tanto en la Sub-23 como en el combinado absoluto. El gran reto a corto plazo será encarar las Eliminatorias de la Copa Asiática Sub-23, cuya primera fase arranca en septiembre.
Un ritual de honor y obsequios de lujo
El momento más singular de la velada se produjo al final de los discursos. Rodeado por los miembros ejecutivos de la federación, Solano fue colocado en el centro de la sala para recibir presentes cargados de simbolismo: una tiara, un collar, una bufanda y diversos artículos de valor como piezas de oro y relojes de alta gama. El periodista Zeeshan Shafi, testigo del evento, compartió imágenes que reflejan la magnitud del homenaje.
Aunque el acto retrasó brevemente su planificación deportiva, el entrenador peruano ya se encuentra enfocado en la preparación de los jóvenes talentos. A sus 50 años, el ‘Maestrito’ confía en formar una base sólida que permita a Pakistán competir en torneos internacionales. Su equipo técnico combina especialistas locales —como Mohammad Habib, Gohar Zaman, Mehmood Khan y Jaffar Khan— con la experiencia extranjera del argentino Jorge Castañeira, encargado de la preparación física.