El mundo del entretenimiento deportivo está de luto tras conocerse la muerte de Hulk Hogan, una de las figuras más representativas en la historia de la WWE. Según informó el portal TMZ este jueves 24 de julio, el exluchador estadounidense murió a los 71 años a causa de un paro cardiaco. Equipos de emergencia acudieron a su residencia en Clearwater, Florida, tras recibir el llamado de auxilio. A pesar de los esfuerzos médicos, el legendario luchador no logró sobrevivir.
Hogan, cuyo nombre real era Terry Gene Bollea, marcó una era en el espectáculo deportivo desde su debut en 1979 en la entonces WWF. Su popularidad alcanzó su punto máximo en los años ochenta con la explosión del fenómeno "Hulkamania", que lo convirtió en una celebridad internacional. Fue protagonista de la primera edición de WrestleMania en 1985, y enfrentó a grandes nombres como Andre The Giant, Randy Savage, The Rock y Vince McMahon, entre otros.
Más allá del ring: una figura cultural
Además de sus seis títulos mundiales, Hogan fue introducido al Salón de la Fama de la WWE en 2005, ceremonia en la que fue presentado por el actor Sylvester Stallone. No solo brilló en los cuadriláteros, también incursionó en el cine y la televisión, protagonizando varias películas y el recordado reality show “Hogan Knows Best”, que ofrecía una mirada íntima a su vida familiar. Su carisma lo convirtió en una de las primeras grandes estrellas mediáticas surgidas de la lucha libre.
Pese a las especulaciones recientes sobre su salud, incluida una supuesta hospitalización en junio y rumores de coma que fueron desmentidos por su esposa, Hogan continuaba activo en apariciones públicas. Su partida deja un vacío enorme en el universo de la lucha libre profesional, donde su legado perdurará como uno de los pilares que ayudó a consolidar a la WWE como una potencia mundial del entretenimiento.
