Juan Carlos Oblitas decidió llevar su caso a los tribunales tras ser cesado de manera sorpresiva de la Federación Peruana de Fútbol (FPF). El exfutbolista interpuso una demanda por despido arbitrario, exigiendo una indemnización y el reconocimiento de beneficios laborales. Su salida, según se ha señalado, podría estar relacionada con su declaración ante la Fiscalía en el marco del proceso que involucra al actual presidente de la FPF, Agustín Lozano.
¿DESPIDO POR REPRESALIAS?
Aunque la FPF sostuvo que la desvinculación de Oblitas respondía a una supuesta reestructuración interna, periodistas deportivos como Michael Succar y Eddie Fleischman sugirieron que el verdadero motivo fue su colaboración como testigo en el caso fiscal contra Lozano. Oblitas habría entregado información clave que afectó la imagen del presidente, y su despido, notificado mediante una carta notarial, habría sido una represalia disfrazada de "renovación institucional".
EL LEGADO DE OBLITAS Y LA CONTROVERSIA CON LOZANO
Juan Carlos Oblitas es recordado como una figura clave en el resurgimiento del fútbol peruano, especialmente por su rol en la clasificación al Mundial Rusia 2018. Sin embargo, su abrupta salida, comunicada mediante carta notarial, dejó un sabor amargo entre los aficionados. En declaraciones anteriores, Oblitas reconoció la desconfianza generada por los escándalos que rodean a Lozano y manifestó su preocupación por el impacto que estos problemas tendrían en la selección peruana.
OBLITAS Y SU POSTURA ANTE LA CRISIS INSTITUCIONAL
Tras la detención preliminar de Agustín Lozano en 2024, Oblitas reconoció públicamente la afectación en el ambiente de la selección y manifestó su preocupación por la desconfianza generada en la interna de la FPF. Aunque evitó entrar en detalles sobre su testimonio ante la Fiscalía, sus declaraciones dejaron entrever que su salida no fue meramente administrativa, sino parte de un conflicto mucho más profundo en el fútbol peruano.
