La preparación para una maratón o media maratón va más allá del simple deseo de correr; requiere un compromiso serio con tu plan de entrenamiento y estilo de vida. Aquí te presentamos un programa de cuatro semanas que cubre todos los aspectos fundamentales para que estés listo para la línea de partida.
Hidratación: Un factor crucial en el rendimiento del corredor es la hidratación adecuada. Para asegurarte de reponer los líquidos perdidos durante el entrenamiento, pesa tu cuerpo antes y después de correr. La diferencia de peso indica tu déficit de líquido. Por cada kilogramo perdido, se recomienda consumir 1,5 litros de agua o bebidas isotónicas para una recuperación óptima.
Equipamiento Adecuado: El calzado es esencial en la experiencia de correr. Opta por zapatillas diseñadas específicamente para correr, que se ajusten a tu nivel de actividad, el tipo de entrenamiento y las condiciones del terreno. Además, selecciona ropa que te permita libertad de movimiento y que esté hecha de materiales que favorezcan la transpiración para mantener el cuerpo seco y cómodo.
Descanso: La calidad del sueño influye directamente en tu rendimiento. Durante las semanas de entrenamiento, asegúrate de dormir entre 6 y 8 horas diarias y descansa completamente al menos un día a la semana. La noche anterior a la carrera es vital dormir al menos 8 horas para asegurar que tu cuerpo y mente estén en las mejores condiciones.
Preparación Mental: Incorporar una nueva actividad como correr requiere de un ajuste en tu rutina diaria. Elige de 3 a 4 días a la semana dedicados exclusivamente a este entrenamiento. Mantén viva la motivación que te impulsó a empezar, lo que te ayudará a permanecer disciplinado y concentrado en tus objetivos.
