Simone Biles, superestrella de la gimnasia y cuatro veces campeona en las Olimpiadas de Río 2016, señaló que se retiró del concurso general por equipos femeninos de gimnasia artística en Tokio 2020 por "demonios en la cabeza" y para cuidar su "salud mental".
"Desde que entro al tapiz, estoy yo sola con mi cabeza, tratando con demonios en mi cabeza (...) Debo hacer lo que es bueno para mí y concentrarme en mi salud mental y no comprometer mi salud y mi bienestar", indicó la estadounidense.
Biles, de 24 años, había abandonado a sus compañeras del 'Team USA', tras pasar por la barra de equilibrio, donde su desempeño estuvo debajo de sus estándares, con 13,766 puntos.
PRESIÓN PSICOLÓGICA
Tras un breve lapso, regresó como reemplazante para seguir el final de la competición, donde finalmente se impuso Rusia, bajo bandera neutral por la suspensión tras sus escándalos de dopaje. Estados Unidos se llevó la plata y Reino Unido el Bronce.
La Federación Estadounidense había explicado a AFP en un correo electrónico que el abandono era por "motivos médicos" y que "se harán exámenes diariamente para determinar si obtiene la autorización médica para las competiciones que están por venir".
No obstante, Biles se sinceró con los periodistas y explicó el problema que representaba la presión psicológica ante el reto de sus finales en Tokio. "No tengo tanta confianza en mí como antes, no sé si es una cuestión de edad", dijo.
"Estoy un poco más nerviosa cuando estoy haciendo mi deporte", añadió. "Tengo la impresión de que ya no puedo disfrutar como antes".
Cabe señalar que recientemente la tenista japonesa Naomi Osaka también había hablado sobre su salud mental y sus problemas ante la presión mediática.