En el Reino Unido, James Horwill, capitán de los Harlequins, sufrió la fractura expuesta de un dedo de su mano izquierda, durante el partido que su equipo disputó con los Leicester Tigers, en el marco de la Premiership, la máxima categoría del rugby inglés.
Cuando faltaban diez minutos para el final del encuentro, el destacado deportista tuvo una mala caída y se registró una de las imágenes más impactantes del torneo inglés: un dedo de su mano izquierda partido a la mitad casi a noventa grados.
Pese del dolor y la gravedad de la lesión, Horwill pidió seguir jugando, pero los médicos no se lo permitieron y ahora guardará reposo por seis meses.