Ocurrió lo menos pensado: Ronda Rousey, la invicta campeona de peso gallo, perdió su título en UFC 193 en Melboune (Australia), y nada menos que con un contundente knockout en el segundo asalto. La artífice de la hazaña fue la peleadora Holly Holm.
Tras un vertiginoso primer round, donde Holm logró asestar varios puñetazos a la cabeza que hicieron sangrar la nariz de ‘Rowdy’, la hasta entonces invicta cambió de estrategia y arremetió empujándola por todo el cuadrilátero hasta que la retadora conectó el golpe definitivo.
Luego de rematar a su oponente con varios golpes más, el árbitro dio por terminada la pelea. Rousey no había perdido en 12 peleas en UFC y en esta pelea habría defendido con éxito su título por sexta vez.
El desenlace de este encuentro es sin duda un golpe para la legión de admiradores que ha cosechado la carismática luchadora, cuya fama ha saltado por lejos del octágono, con apariciones incluso en películas como Rápidos y Furiosos 7 o en Wrestlemania 31 de la WWE.
Por su parte Holm (34), una curtida boxeadora de Nuevo México que ingresó desde el 2011 en el mundo de las Artes Marciales Mixtas con el apodo de ‘La hija del predicador’.