Los principales directivos del Club Deportivo Unión Fuerza Minera que participó en la Copa Perú 2013 hasta los octavos de final serían mineros ilegales que operan en el conocida base La Rinconada, a 270 kilómetros al norte de la ciudad de Puno.
Diversos informes periodísticos, en los últimos años, han dado cuenta de los numerosos enfrentamientos entre grupos que desean tener el control absoluto sobre la zona que es explotada informalmente, donde las diferencias se solucionan a balazos. "No hay semana donde no aparezca una persona muerta en la calle con un impacto de bala", indicaron autoridades puneñas para el diario La República.
Este accionar violento de los mineros informales se habría extendido hasta las canchas del fútbol. Y es que, según denunció el técnico de Fuerza Minera, Martín Dall’orso, los directivos del equipo ordenaron atacar a su hijo, futbolista del club, luego que fallara un penal que finalmente provocó la eliminación del torneo de ascenso. Producto de la agresión también resultaron heridos el DT y la esposa de jugador.
Serapio Sucasaire, quien aseguró para el mismo medio impreso que fue un minero informal de la zona, pero que desde hace algunos años trabaja dentro de la legalidad, fundó el equipo de fútbol en el 2009, junto a dos hermanos. Según Dall’orso, estas tres personas estarían detrás de la agresión contra su familia.
Medios de comunicación del sur del país además afirman que este no sería la primera vez que los directivos actúan de mala manera tras decepciones deportivas. En el 2010, Sucasaire habría pagado a los jugadores del Real Garcilaso para que se ‘echen’ en uno de los encuentros. Ese mismo año despidió violentamente al DT Jorge Machuca, al igual que al técnico Rufino Bernales.