Más de 40,000 espectadores se congregaron en el estadio Luzhnikí de Moscú para ver la participación de la atleta más carismática de los últimos tiempos. La rusa Yelena Isinbayeva no podía decepcionar a sus compatriotas y cerró una carrera deportiva llena de logros alcanzando su tercer título mundial en la categoría de salto con garrocha.
Compitiendo en casa y habiendo anunciado que su retiro del atletismo estaba cerca, Isinbayeva logró un salto limpio de 4,89 metros, ejecutado al primer intento. No era la favorita en este mundial pero con esta actuación calló a sus rivales quienes la criticaban por estar en el declive de su carrera.
Cabe señalar que algunas horas antes de esta proeza, la deportista declaró "no pienso en el final de mi carrera, porque soy géminis y puedo cambiar de opinión", con lo que dejó abierta la posibilidad de aplazar su retiro unos años más, tal como lo pide el pueblo ruso.