Sao Paulo se coronó campeón de la Libertadores

En el partido de ida disputado la semana pasada en Porto Alegre (sur) empataron 1-1, lo que le permitió al 'tricolor' definir en casa. Demostrando su raza 'copera', Sao Paulo se alzó con su tercera Copa Libertadores de América y pudo así bautizar a su estadio Morumbí con el nombre de 'Morumtrí'. La escuadra del técnico Paulo Autuori demostró de principio a fin que merecía este tricampeonato luego de las conquistas obtenidas en 1992 y 1993, y echó por tierra la posibilidad de un desenlace como el de la pelea entre David y Goliat, con triunfo del más débil. Los paranaenses fueron los que comenzaron el juego con embate sobre la valla de Ceni y férrea marcación, que Sao Paulo intentó evadir para lanzar subidas de sus laterales Junior y Cicinho para alimentar a los goleadores Amoroso y Luizao. Ambos conjuntos buscaban presionar en el mediocampo para evitar que el rival generara llegadas a sus arcos, aunque el juego sufría cortes reiterados. Casi anota de cabeza el defensa uruguayo Diego Lugano a los 7 minutos luego de un buen desborde del artillero Luizao por derecha, pero el balón salió apenas desviado. Enseguida fue Cicinho, a los 9, el que robó un balón y salió disparado a campo curitibano para lanzar un disparo rasante contenido por el golero Diego. En Paranaense el volante Fabricio exhibía dinámica y rapidez para lanzar los contragolpes destinados a la dupla ofensiva de Lima y Aloísio. Sobre los 12 el defensa Alex inquietó a su propia valla al peinar en el área un tiro libre rival. Sao Paulo iba gradualmente avanzando más sobre la fortaleza del 'Furacao' (Huracán), que trataba de cualquier forma cortar la progresión en campo, sin embargo no iba a poder evitar la caída. Luizao picó por derecha y cedió de espaldas con gran taco para Danilo, quien sacó un remate que rebotó en Diego y el rebote al medio lo conectó de cabeza solo el artillero Marcio Amoroso, para marcar la apertura (16) y hacer estallar al Morumbí con sus casi 70.000 espectadores. Sao Paulo se creció y comenzó a ahogar al once rojinegro, que no atinaba a ofender con claridad al arquero Ceni, pues no lograba juego fluido y atinaba solo a lanzar balones largos, pero además empezaba a tambalear atrás entorno a los 20. Tras una serie de toques sampaulinos, Cicinho volvió a dar alerta a Diego con un disparo frontal y potente que Diego vio salir zumbando su poste (27). El lateral, junto con el volante ofensivo Danilo --que mejoró su nivel de los últimos juegos--, Luizao y Amoroso, eran los que más inquietaban a la defensa rojinegra. Casi al cierre Danilo desperdició una inmejorable ocasión para el segundo, cuando recibió un gran pase en profundidad y solo ante Diego remató cruzado afuera (41). Esto pudo costarle caro a la escuadra de Paulo Autuori, porque a los 44 el ariete Lima avanzó rápido entrando al área y fue derribado por Alex. El penal rematado por Fabricio terminó en la base del poste derecho de Ceni para delirio de la hinchada y llegó el descanso con merecido triunfo de Sao Paulo. La segunda mitad comenzó sin variantes y el Sao Paulo fue quien se presentó con más ambición por lo que no tardó en llegar el segundo. Un balón de corner llegó al defensa Fabao que llegó sin marca para enviar de cabeza al fondo de la red (52). De ahí en más Sao Paulo pasó a ser dueño absoluto del trámite y siguió vulnerando la defensa rival hasta que llegó el tercero a cargo del artillero Luizao, que anotó con fuerte cabezazo en el área para batir a Diego y coronar una despedida a todo color del Sao Paulo, ya que militará ahora en el fútbol japonés. Pero los dolores de cabeza paranaenses no se acabaron allí y el Sao Paulo sacó a relucir toda su orquesta, a puro toque y decidido a lograr una diferencia más humillante para un rival que en lo previo le había toreado, amenazando con un batacazo en pleno Morumbí. No sólo no fue posible para el Paranaense, sino que terminó saliendo del estadio goleado, porque el delantero Diego Tardelli, selló el triunfo con el cuarto gol, luego escapar por la punta izquierda, realizar un bello enganche y sacar potente disparo sesgado a un palo de Diego (89). El final no podía ser mejor para Sao Paulo que terminó sumido en el delirio de su multitudinaria hinchada, que festejó como nunca la obtención de una nueva Libertadores para sus vitrinas. (Agencias)