Críticas por comercializar bicentenario de Andersen
La lista de participantes en la conmemoración de su natalicio incluye celebridades como las cantantes populares Tina Turner y Olivia Newton-John, el basquetbolista chileno Yao Ming, la novelista chilena Isabel Allende, el actor británico Roger Moore, las primeras damas de México y Chile y varios personajes de la realeza europea.
La lista de participantes en la conmemoración de su natalicio incluye celebridades como las cantantes populares Tina Turner y Olivia Newton-John, el basquetbolista chileno Yao Ming, la novelista chilena Isabel Allende, el actor británico Roger Moore, las primeras damas de México y Chile y varios personajes de la realeza europea.
No está mal para alguien que murió hace más de un siglo. Pero Hans Christian Andersen el autor de clásicos como La sirenita, El patito feo y Las zapatillas rojas perdura en el recuerdo y mañana 2 de abril, en el bicentenario de su nacimiento, tendrá la conmemoración que se merece.
Desde principios de año, Dinamarca ha sido presa de la "manía Andersen". La imagen del escritor se multiplica en monedas y estampillas conmemorativas, etiquetas de cerveza, platos, ropa de bebé, accesorios y carteles que anuncian actos o programas alusivos a la celebración.
Pero no todo es un cuento de hadas. John de Mylius, profesor adjunto del Centro Hans Christian Andersen en la Universidad del Sur de Dinamarca, que funciona en la ciudad natal del autor, Odense, deploró la "comercialización que desvía la atención de Andersen, el poeta".
"Ha quedado sofocado en una campaña de comercialización para Dinamarca", lamentó de Mylius.
Pero el aspecto literario no ha sido totalmente ignorado. Politiken, un diario importante, viene publicando desde el 1 de enero pasajes de los diarios de Andersen. El año pasado, una editorial grande presentó la reedición de sus obras completas, en 18 volúmenes.
En la fecha del natalicio, desde el estadio nacional de futbol se transmitirá por televisión el concierto Había una vez, conducido por la actriz dinamarquesa Connie Nielsen, que incluirá actuaciones de Turner, Newton John, el cantante pop Daniel Bedingfield, el músico francés Jean-Michel Jarre y la cantante estadounidense de ópera Renee Fleming, entre otros.
Habrá un concierto inicial que será el punto de partida de más de 3 mil actos en todo el mundo que durarán el resto del año, desde el develado de estatuas del autor en Vietnam hasta concursos de cuentos de hadas en las escuelas de Nueva York, pasando por funciones de teatro de títeres en Australia y nuevas traducciones de sus escritos en español, alemán, ruso, japonés y árabe.
Nacido en 1805 en Odense, a 170 kilómetros al oeste de Copenhague, Andersen era hijo de un zapatero y una mujer de limpieza. Al igual que en su Patito feo, Andersen se elevó de la pobreza a la fama. Murió en 1875 en Copenhague.
El autor escribió 212 popularísimos cuentos de hadas, pero también novelas, dramas, crónicas de viajes, cuatro autobiografías, seis biografías, mil 023 poemas y docenas de artículos y cartas.
El gobierno nacional y patrocinadores locales recaudaron 230 millones de coronas (41 millones de dólares) para financiar las celebraciones del bicentenario.
Además del concierto, una serie televisiva sobre la juventud de Andersen se difundió por la televisión pública en marzo, y se están por estrenar obras y musicales alusivas.
Una versión musical de La sirenita se presentará en una barcaza en Copenhague en agosto, y una colaboración del compositor estadounidense Stephen Schwartz con el astro chino del rock Cui Jian narrará la historia de un Andersen que emerge del mundo de cuentos de hadas de su creación.
La reina Margrethe diseñó el vestuario y escenografía para una obra basada en el cuento de hadas Pulgarcita que se presentará en julio en el famoso parque de diversiones Tívoli.
Y también se producirán desde monedas de 10 coronas con una imagen alusiva al Patito feo, y sellos postales conmemorativos, hasta una cerveza especial H.C. Andersen 1805 producida en Odense, y un juego de mantel y servilletas con figuras de los cuentos que se venderán en una tienda en Copenhague.
(Agencias)