Un almanaque publicado con motivo de la llegada de 2009 recupera seis poemas inéditos del poeta español Juan Ramón Jiménez (Huelva, 1881 – Puerto Rico, 1958).
Los textos fueron cedidos por los herederos del escritor, y hallados en su archivos personales, que se conservaban en San Juan de Puerto Rico, lugar donde vivió exiliado gran parte de su vida. Jiménez llegó a la isla americana en 1936, cuando estalló la Guerra Civil española.
En 1956 se le otorgó el Premio Nobel de Literatura. No asistió a la ceremonia de entrega pues pasaba por una fuerte depresión producto de la muerte de su esposa Zenobia Camprubí, su compañera de toda la vida.
NUEVAS ODAS. Odas castas y libres es el título del libro al que pertenecen los seis poemas y que Juan Ramón Jiménez dedicó a Isabel Aymar, la madre de su esposa, Zenobia Camprubí, “su motor e inspiración de vida”.
El amor, el deseo por desear, la mujer o la palabra hecha carne son los protagonistas de estos poemas, que pertenecen a la conocida como Etapa sensitiva (1898-1915), de Juan Ramón Jiménez, la primera del autor de Platero y yo (1914).
Sus versos, durante esta época, están influenciados por Gustavo Adolfo Bécquer y el simbolismo francés, por el modernismo y el decadentismo anglo-francés.
Las fases por las que pasó la obra del poeta son tres: La etapa sensitiva (1898-1915), La etapa intelectual (1916-1936) y La etapa suficiente o verdadera.
En los versos inéditos, Jiménez destaca las bondades y cualidades de la mujer: “¡Olor de la mañana a harina/ y agua, de los brazos desnudos que amasan el pan, entre los pinos! ¡Olor a creación a paraíso, a mundo nuevo!/ ¡Carne de mujer y pan! ¡Maternidad de lo distinto! ¡Olor de los sanos brazos desnudos, a pella de harina y agua al sol!”, escríbe el Nobel de Literatura.
El almanaque ha sido editado conjuntamente por los herederos de la familia de Juan Ramón y Zenobia y por el hotel El ladrón de agua, situado en la ciudad española de Granada y que rinde tributo al poeta español.
La publicación incluye ilustraciones de diferentes pintores, cuyos cuadros cuelgan en las paredes de este hotel, cuyo nombre está inspirado en un poema de Juan Ramón Jiménez.