Un equipo internacional de científicos documentó un comportamiento sin precedentes en la vida silvestre: un orangután de Sumatra utilizó una planta medicinal para tratarse una herida abierta en el rostro. El hallazgo ocurrió en el Parque Nacional de Gunung Leuser, en Indonesia, y fue registrado de manera continua por investigadores que seguían a este primate adulto, llamado Rakus. El episodio ha sido calificado como un avance clave para comprender el origen evolutivo de la medicina en los grandes simios.

Rakus presentaba una profunda lesión en la mejilla, probablemente causada durante un enfrentamiento con otros machos, una hipótesis respaldada por la emisión previa de fuertes vocalizaciones territoriales. Días después, los científicos observaron cómo el orangután manipulaba deliberadamente una planta conocida localmente como Akar Kuning, reconocida en la medicina tradicional por sus propiedades antibacterianas y antiinflamatorias. Tras masticar sus hojas y tallos, aplicó el líquido resultante directamente sobre la herida.

Un comportamiento que refuerza el vínculo evolutivo entre humanos y grandes simios
El tratamiento no fue breve ni casual. Durante varios minutos, Rakus repitió la aplicación del jugo vegetal y posteriormente cubrió la herida con restos sólidos de la planta, manteniendo el procedimiento por más de media hora. Los investigadores constataron que la lesión comenzó a cerrarse en pocos días y no mostró signos de infección. Al cabo de un mes, el orangután se había recuperado por completo, sin complicaciones visibles.

Para los científicos, este episodio constituye la primera evidencia confirmada de que un animal salvaje aplica una sustancia vegetal directamente sobre una herida con fines curativos. La bióloga Isabella Laumer, autora principal del estudio, señaló que el comportamiento fue intencional y excepcional, ya que los orangutanes rara vez consumen esa planta. El estudio, publicado en Scientific Reports, refuerza la idea de que las capacidades médicas básicas podrían haberse originado en un ancestro común entre los humanos y los grandes simios.



