Durante años, el antiguo juego de mesa descubierto en el yacimiento de Shahr-i Sokhta, en Irán, fue un absoluto misterio. Con más de 4.500 años de antigüedad, este hallazgo dejó a los arqueólogos sin pistas claras sobre cómo se jugaba. Pero todo cambió cuando la inteligencia artificial entró en escena y logró reconstruir sus posibles reglas.
SIN MANUALES
El juego, compuesto por un tablero con 20 espacios, dados y piezas geométricas, pertenecía a la civilización Helmand de la Edad de Bronce. A diferencia de los juegos actuales, los antiguos no tenían manuales: sus reglas se transmitían oralmente y variaban con el tiempo. Usando técnicas como el árbol de búsqueda de Monte Carlo —la misma empleada por AlphaGo—, investigadores aplicaron simulaciones para deducir mecánicas lógicas, entretenidas y plausibles.
Esta metodología no solo permitió recrear el juego de Shahr-i Sokhta, sino también otros antiguos como el Ludus Latrunculorum romano. En este caso, el Digital Ludeme Project analizó cerca de 1.000 juegos tradicionales a lo largo de la historia con ayuda de sistemas de IA, descubriendo vínculos con juegos modernos como Seega, Tablut y Kharebga.
DE LAS RUINAS A LA WEB
Gracias a este avance, el desarrollador Sam Jelveh y el arqueólogo Hossein Morad crearon una versión online del juego Shahr-i Sokhta, permitiendo que cualquier persona pueda experimentar cómo se habría jugado hace milenios. Es un paso más en la conexión entre tecnología y arqueología, y en el rescate de fragmentos de la historia lúdica de la humanidad.
Además, más de 200 expertos en informática, arqueología e historia trabajan actualmente en el proyecto GameTable, que busca desentrañar las reglas de otros juegos desaparecidos. El objetivo no solo es revivir el pasado, sino también comprender por qué algunos juegos sobrevivieron transformados —como el caso del backgammon, que habría evolucionado del juego real de Ur—, mientras otros quedaron olvidados entre ruinas.