En el valle de Virú, ubicado en la región de La Libertad, se realizó un hallazgo que ha generado gran sorpresa, pues gracias al uso de un dron se descubrió una extraña figura de varios metros de largo en el suelo del lugar, donde hay campos de cultivo de arándanos, paltas, espárragos, alcachofa, entre otros productos agrícolas.
El director del Proyecto Arqueológico Valle de Virú (PAVI), Feren Castillo Luján, el dron tuvo que volar a baja altura para peinar todo el perímetro. “Teníamos dudas que sea un geoglifo, pero, al compararlo con el geoglifo de Chupacigarro, en el Complejo Arqueológico de Caral, región Lima, ambos tienen la misma técnica de construcción para formar una figura”, explicó el investigador de la Université de Rennes a la agencia Andina.
¿QUÉ SE HALLÓ?
De las imágenes captadas en el dron, los investigadores detectaron un área cerca de una quebrada donde se observó un geoglifo, pero no como los hallados en Nazca, sino que se utilizó una técnica distinta para su elaboración. Castillo Luján señaló que el geoglifo mide 40 X 30 metros y su magnitud real se ve desde lo alto. Su forma sería de un ave falcónida y está orientado hacia una montaña.
Se presume que dicho dibujo podría ser elaborado durante la cultura Mochica, por la gran cantidad de restos de cerámica que se encontró en los espacios donde se ha dibujado el geoglifo. Otro detalle que llamó la atención es que en varios sectores cerca al geoglifo se han hallado muchos pozos de captación de agua, por lo que no se descarta que estén asociados.
“Creemos que los geoglifos podrían tener entre 1000 y 1500 años de antigüedad y, al parecer, todo indicaría que en la misma época en que los Nazca hacían las líneas, los mochica estaban haciendo petroglifos y geoglifos. Habría que rediscutir la idea de que todo esto es mucho más temprano de lo que se cree”, explicó Castillo Luján.