El Museo Soumaya de la Ciudad de México prestará el boceto completo del desaparecido mural de Diego Rivera, Sueño de paz y pesadilla de guerra, para su exhibición por primera vez en México, 55 años después de su creación.
Esta primicia será presentada en la exposición que a partir del 22 de marzo próximo se abrirá al público en el Palacio de la Autonomía del Centro Histórico de la capital que se denominará Diego, pintor; Frida, modelo.
Héctor Palhares, curador de la exposición y del Museo Soumaya, dijo: "Hace cuatro años la Fundación Carso adquirió en subasta en Estados Unidos la calca de ueño de paz y pesadilla de guerra, cuyo tema es una crítica al imperialismo.
La obra fue realizada por Diego Rivera (1886-1957) entre 1951 y 1952, por encargo del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), como parte de la exposición itinerante Arte Mexicano Antiguo y Moderno.
De acuerdo con la crítica de arte Raquel Tibol, Rivera "decidió pintar una obra de fuerte contenido político", inspirado en la Guerra de Corea, en el tercer piso del Palacio de Bellas Artes.
La parte superior aborda la Guerra Fría y la explotación capitalista. En el extremo izquierdo dos "heroicos" Mao Tse Tung y José Stalin ofrecen la paloma de la paz a John Bull (Inglaterra), el Tío Sam (EU) y a Mariana (Francia).
La parte inferior se refiere al Proceso de Estocolmo (1950), en el que participaron Diego y su círculo cercano, entre ellos su hija Ruth Rivera y Frida Kahlo, recabando firmas desde México en pro de la paz.
Sin embargo, la simbología molestó al gobierno mexicano de la época porque en su recorrido "ofendería a países amigos" y ordenó al artista cambiar algunos elementos.
Ante su negativa, poco antes de la conclusión de la obra, una noche fue cortada del bastidor y retirada, aunque no le fue devuelta a su autor hasta un año después, enviándola a su casa de Coyoacán.
En respuesta el muralista vendió a China su polémico trabajo, de mayor dimensión que el boceto, por la suma de 5.000 dólares y lo envió vía Checoslovaquia.
"Fue en ese momento cuando se extravió", aseguró la especialista, quien fue muy cercana al matrimonio Rivera-Kahlo. "Diego murió sin saber dónde quedó su pintura, aunque intentó localizarla".
La hipótesis más fuerte indica que se encuentra en territorio ruso, pero según Héctor Palhares, por investigaciones que realizó el Museo Soumaya llegó a China "porque hay fotos" que lo comprueban.
No obstante, en su último libro Diego Rivera, Luces y Sombras, Raquel Tibol expresa sus sospechas de que el mural ni siquiera salió de México o que probablemente fue secuestrado por orden de algún funcionario. "Por su tamaño no pudo desaparecer sin dejar rastro", asegura Tibol.
(Agencias)