Si eres una de esas personas que espera con entusiasmo fechas como Halloween, es probable que también disfrutes de ver películas, leer libros o participar en videojuegos de terror. A pesar de que estas historias presenten figuras y escenarios espeluznantes que puedan generar incomodidad en algunos, existe un fenómeno psicológico conocido como "la paradoja del terror" que explica por qué sentir miedo en circunstancias específicas puede resultar divertido.
El director del Laboratorio de Miedo Recreativo de la Universidad de Aarhus en Dinamarca, Mathis Clasen, señala que recrearse con el miedo puede ser una herramienta de aprendizaje importante. Al enfrentar situaciones aterradoras en un entorno seguro, las personas pueden aprender sobre los peligros del mundo y sobre sus propias respuestas emocionales al miedo.
El disfrute del miedo no se limita a películas de terror tradicionales; incluso los niños disfrutan de experiencias de miedo en niveles reducidos, como juegos de persecución o escondite. La sensación de miedo recreativo es una experiencia común que a menudo persiste a lo largo de la vida.
Investigadores han identificado tres perfiles de personas que disfrutan de contenidos de terror. El primer grupo encuentra placer en la adrenalina y las emociones intensas que ofrece el miedo recreativo. Aunque saben que los personajes no son reales, sus cerebros responden como si estuvieran frente a una amenaza.
El segundo perfil disfruta tratando de "escabullirse" de lo que les asusta, buscando alcanzar su punto óptimo de miedo. La investigación sugiere que el equilibrio entre el miedo y el aburrimiento varía de una persona a otra.
El tercer perfil utiliza el terror como una forma de afrontar sus ansiedades y aprender a regular sus emociones. En situaciones de la vida real, esta habilidad puede ayudar a lidiar con amenazas reales y situaciones estresantes. Durante la pandemia, los aficionados al miedo demostraron ser más resistentes psicológicamente, ya que habían aprendido a comprender sus reacciones emocionales bajo presión. En resumen, la paradoja del terror revela que el miedo puede ser una fuente de diversión y aprendizaje en un entorno seguro.
