Mario Vargas Llosa: declaran Patrimonio Cultural de la Nación cuatro de sus primeras obras

El Nóbel de Literatura sigue cosechando éxitos. Por medio de una resolución del Viceministerio de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales, cuatro unidades bibliográficas de las obras publicadas del escritor Mario Vargas Llosa han sido declaradas Patrimonio Cultural de la Nación.

De acuerdo a la resolución, los ejemplares incluyen los cuatro primeros títulos publicados de la obra narrativa de Mario Vargas Llosa que son custodiados en la Biblioteca Nacional del Perú y representan una muestra de su creación literaria en relato breve y en novela.

Las cuatro unidades literarias son primeras ediciones de obras publicadas entre 1957 y 1967 por el Premio Nóbel de Literatura. “Presentan singularidades que las diferencian de otros ejemplares; entre ellas una dedicatoria autógrafa de Mario Vargas Llosa al historiador y diplomático Raúl Porras Barrenechea”, indica la resolución.

Además, se indica que presentan marcas de propiedad como el exlibris del historiador y diplomático peruano Raúl Porras Barrenechea y del diplomático peruano Manuel Cisneros Sánchez.

ESTOS SON LOS EJEMPLARES:

Ejemplar de “Los Jefes” de 1957. En esta obra “se puede identificar elementos que Vargas Llosa desarrollará en su literatura posterior en la que busca darle a lo contado la apariencia de lo real para introducir al lector al universo del relato (Oviedo, 2013)”, explica la resolución viceministerial.

Ejemplar “La ciudad y los perros” de 1963. El poeta Marco Martos señaló que esta obra equivale en novela a lo que en poseía representa “Los heraldos negros” de César Vallejo, debido a su carácter de pieza fundadora e iniciadora de la novela moderna en el Perú.

Ejemplar “La casa verde” de 1966. Con esta obra el arequipeño fue galardonado con el Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos (1967), el Premio de la Crítica de Narrativa Castellana (1967) y el Premio Nacional de Cultura del Perú (1967).

Ejemplar “Los Cachorros: Pichula Cuéllar” de 1967. Esta obra se inscribe en la tradición de la llamada novela corta o nouvelle. El autor pensó en esta obra luego de leer una noticia sobre un perro que castró a un niño en los andes, lo que lo llevó a imaginar las distintas posibilidades para un pequeños que sufriera este terrible evento.