La reconocida conductora de ´Buenos Días Perú´, Pamela Acosta, revela cómo el periodismo la ha hecho descubrir parte de su propósito como persona y líder de opinión, destacando el rol social que tiene esta profesión en el fortalecimiento de la democracia y en la construcción de la opinión pública.
A través de una columna publicada en El Comercio, Acosta señala la vocación de servicio que siente hacia el público que mañana tras mañana se conecta al programa ´Buenos días Perú´ para informarse sobre los últimos acontecimientos que ocurren en el país y el mundo. El término activista parece englobar ciertos aspectos de su estilo como profesional de la información, ya que confiesa que la imparcialidad es un principio que no siempre cumple, indicando que, ante ciertas situaciones, sobre todo de injusticia, es importante tomar partido para evitar que se sigan propagando situaciones y mensajes que puedan llegar a vulnerar la integridad de los ciudadanos.
“Y aquí los periodistas debemos preguntarnos qué clase de sociedad queremos ayudar a formar, porque nuestra responsabilidad también está en evitar que voces que atentan contra los derechos humanos, que discriminan, que exacerban la violencia, que niegan los hechos o que abiertamente mienten hagan parte del debate sin el debido cuestionamiento, para que no se vuelvan insumo en la formación de la opinión pública.”, se lee en el escrito de la periodista.
¿EL PERIODISTA DEPENDE DEL MEDIO DE COMUNICACIÓN?
La conductora señala que evidentemente existe una correlación muy fuerte entre el medio y el periodista; sin embargo, precisa que esta unión no debe imposibilitar su accionar como profesional, con respecto a su reflexividad y ejercicio libre del oficio.
“Un periodista puede ir más allá de la estructura de su medio –que puede tener una línea editorial–, movilizar sus propios recursos, su propio capital simbólico, actuar de manera independiente y generar un cambio.”, señala.
Para finalizar, destaca que el periodista debe ser un activista de la honestidad, la transparencia, la defensa de los derechos humanos, la lucha contra la corrupción, y exigir mejores servicios de salud, educación, justicia, seguridad ciudadana y cuidado del medio ambiente; recalcando que estos son mínimos no negociables, que el profesional se encuentra en la obligación de denunciar y exponer públicamente.
“El trabajo del periodista se ejerce bajo el paraguas de dos derechos fundamentales en una sociedad democrática: el acceso a la información y la libertad de expresión; derechos que no son exclusivos de las mujeres y los hombres de prensa. Por eso, cuando el poder, quien sea que lo esté ejerciendo, atenta de cualquier manera contra estos derechos, todos debemos entrar en alerta.”, expone.