"Lo escribí en un momento muy difícil de mi vida. De pérdida y de dolor, quizás haya algo de rabia que se trasladó al libro, quizás haya ternuras y amores que sólo en el libro me podrían salvar de mi tristeza", dijo Fuentes en entrevista con el diario Reforma.
El autor de Aura y Cristóbal Nonato, de 77 años, perdió en agosto del año pasado a su hija Natascha, que murió a los 29 años, al parecer por problemas de droga. Seis años antes había muerto su otro hijo, Carlos-Rafael, a los 25 años por hemofilia.
"La muerte de los seres más queridos, fatal e irremediable, no tiene otra posibilidad de expresarse que a través de la capacidad creativa, para llevar el dolor y la vida que perdimos a la vida del arte", expresó Fuentes.
Todas las familias felices (de Ediciones Alfaguara) no entra en las categorías de cuento o novela, sino que es una "narrativa coral", que aborda temas como el asesinato, la violación, el tráfico de droga, los niños sin hogar y la violencia familiar a través de 12 historias.
"La cuestión es si hay felicidad asequible en nuestras vidas. En todo caso, la felicidad no es un estado constante en los individuos; nuestras vidas están marcadas por la desgracia, la tristeza y la infelicidad. Ahí está la cuestión de estas historias y de la vida misma", dijo.
Fuentes aseguró que, pese a todo, sigue siendo "en cierto modo optimista" sobre la vida y sobre su país, y afirmó que cuando se sienta a escribir lo hace "con un sentido de brujo exorcista, para que (las cosas) no sucedan, pero a veces se convierten en profecías".
"En ese sentido todos somos borgianos, tratamos de exorcizar la violencia mediante la literatura. Lo malo es que muchas veces no somos exorcistas, sino profetas", señaló.
(Agencias)