La obra de Hoeller, que reside actualmente en Suecia, va desde el arte puramente conceptual hasta complicadas construcciones arquitectónicas, señala la galería en un comunicado.
El artista alemán trabaja a gran escala y sus instalaciones muestran su preocupación por el comportamiento humano, cuestionan la lógica y muestran alteraciones de la capacidad perceptiva.
A veces se refiere en sus obras a investigadores de distintos campos científicos, y así, por ejemplo, la titulada “ Upside-Down Goggles ” (1994-2000) está inspirada en un experimento del psicólogo estadounidense George M. Stratton.
Este escribió en 1897 un artículo sobre la visión sin la inversión natural de la imagen de la retina: mientras que Stratton explica esa inversión, Hoeller obliga al espectador a quedarse con la imagen invertida.
Según el director del Tate Modern, Vicente Todolí, “ Carsten Hoeller involucra a la audiencia en exploraciones destinadas a generar acontecimientos visuales y a estimular sentimientos y pensamientos que permitan una experiencia compartida ” .
Su creación para la serie estará expuesta en la espaciosa Sala de las Turbinas desde el 10 de octubre hasta abril del próximo año.
Por esa sala de la antigua central junto al Támesis transformada en museo han pasado ya otros conocidos artistas como Juan Muñoz, Louise Bourgeois, Amish Kapoor, Eliafur Eliasson y últimamente Rachel Whiteread.
(Agencias)