Según el director de la Tate, Nicholas Serota, Hodgkin no ha obtenido el reconocimiento que sin duda merece por la calidad de su arte, algo que puede apreciarse en esta exposición, que estará abierta al público hasta el 10 de septiembre.
La muestra, preparada conjuntamente por Serota y el español Enrique Juncosa, director del Museo Irlandés de Arte Moderno de Dublín, viajará al Museo Reina Sofía de Madrid el próximo octubre.
Hodgkin es un artista difícilmente clasificable, que ha seguido siempre un camino propio, sin compromisos de ningún tipo, y ha estado al margen de las categorías artísticas de moda en los años 60, según explicó Serota al presentar la retrospectiva.
Hodgkin nació en Londres en 1932 y estudió en la Camberwell School of Art y en la Bath Academy of Art entre 1949 y 1954, pero no emergió como una figura importante del arte británico hasta la década de los años 70.
La exposición comienza, sin embargo, por los cuadros que pintó en los años 50 y documenta la evolución de su vocabulario desde los primeros retratos de amigos y cuadros de interiores sobre lienzo hasta las pinturas abstractas y gestuales de los años noventa.
En el trabajo presentado en la Tate, integrada por alrededor de 60 obras de distintas etapas, se incluye un grupo de pinturas venecianas de los años 80, así como ejemplos su última obra, que no se habían exhibido hasta ahora.
MATERIA PRIMA
Hodgkin es un artista que ha utilizado siempre sus experiencias emocionales, sus recuerdos de sucesos específicos, sus encuentros con personas, sus viajes a la India, Egipto o Marruecos, como punto de partida para sus composiciones.
Muchas de sus creaciones evocan un momento íntimo o un suceso concreto aunque expresan sentimientos universales como la tristeza, la melancolía o la pérdida de algo próximo. En su arte no se reflejan, sin embargo, directamente los acontecimientos, sino el poso que éstos dejan en la memoria del artista.
Hodgkin es un artista que cree en el poder expresivo de la pintura: por ello y por la viveza cromática de sus mejores cuadros, se le ha asociado a veces con Matisse, con Vuillard, por un lado, y con el expresionismo abstracto norteamericano, por otro.
Como señala Serota, Hodgkin es un artista que trabaja sus cuadros mediante la superposición de capas transparentes de pintura, proceso que permite correcciones, 'pentimenti' e incluso ideas nuevas.
Hodgkin ha demostrado a lo largo de su carrera tanto la capacidad de trabajar un cuadro durante varios años como su capacidad para captar un tema con un par de rápidas pinceladas.
Sus pinturas tienen en todo caso una fuerte presencia física, y su abandono del lienzo como soporte en beneficio de la madera, superficie que puede resistir mejor las repetidas pinceladas, resulta especialmente significativa de su evolución.
(Agencias)