Todo cambia. Desde el 20 de mayo de 2019 la definición científica exacta de un kilogramo se actualizará. Este viernes se aprobó la mayor revisión del Sistema Internacional de Unidades desde su inauguración en 1960.
La comunidad científica acordó la redefinición de cuatro de sus siete unidades y el abandono del patrón físico del kilogramo. El kilogramo (masa), el kelvin (temperatura), el amperio (corriente eléctrica) y el mol (cantidad de sustancia) se determinarían por constantes matemáticas y no por objetos.
En términos prácticos, la "k" de Kilo será reemplazada por la la letra H, que simboliza la "Constante de Planck", concepto de la mecánica cuántica descubierta en 1900 por el físico Max Planck. Pese al cambio de definición, la unidad de medida seguirá siendo la misma.
El uso de la Constante de Planck (que relaciona el peso con la corriente eléctrica) para definir un kilogramo se hace gracias a la balanza de Watt, que usa electroimanes. Esa decisión se tomó ya que con el tiempo el cilindro original que rige al kilogramo, el Gran Kilo, perdió unos 50 microgramos.
El Gran Kilo se estableció en 1989 y está hecho de un 90% de platino y 10% de iridio, del que se hicieron seis copias que se repartieron por todo el mundo. Aunque el cambio no afectará la vida cotidiana, cobra gran importancia en las investigaciones científicas, que requieren cálculos precisos.
