¿Lo sabías? Este 11 de octubre es el Día Internacional de la Niña, un día dedicado a todas las niñas del mundo y que este año lleva por lema: “con ellas: una generación de niñas preparadas”. Ahora, antes de que puedas celebrarlo ¿Sabes cómo se originó y por qué?
El Día de la Niña se originó el 19 de diciembre del 2011, cuando la Asamblea General de la ONU designó el 11 de octubre como un día que busca fomentar el reconocimiento de los derechos de las niñas, y, sobre todo, hacer públicos los problemas que las mujeres sufren desde pequeñas.
Estos problemas son tan serios como la discriminación, violencia sexual y física, falta de oportunidades laborales y educativas, entre otros. Según cifras de la ONU, una de las situaciones más graves en este sentido a nivel mundial es el matrimonio infantil.
Al menos 750 millones de niñas contrajeron matrimonio antes de los 18 años, una situación que impide su desarrollo. Otra situación brutal y común a manera de control en varios países es la mutilación genital. La mayoría de mujeres tenían cinco años o menos cuando la sufrieron.
Otro problema es el de educación. Las niñas que viven en zonas de conflicto tienen 90% más probabilidades de no ir a la escuela secundaria a comparación de sus pares de países en paz. La brecha, sin embargo, es aún mayor.
ONU Mujeres informó este año que las chicas entre 15 y 29 años tiene el doble de posibilidades que los chicos de no obtener empleo, educación o formación. La situación busca revertirse a través de la ONU y organizaciones locales.
A ellas se busca darles oportunidades capacitándolas en habilidades como liderazgo, empoderamiento, participación cívica, política y social, así como con la promoción de puestos de trabajo. Ellos enviaron un mensaje en este día pidiendo un compromiso de todos con esta causa.
“En el Día Internacional de la Niña, unámonos en el compromiso de invertir en la capacitación de habilidades y la formación para niñas, así como en actividades para que las mujeres jóvenes aprendan a ganarse la vida”, señalaron.
Asimismo, señalaron que este compromiso debe incluir a niñas y mujeres jóvenes de todo el mundo enfrentadas a las crisis. No solo un acto humano, sino una inversión que puede repercutir en el desarrollo económico y social de todas las naciones.
“Lejos de ser simplemente receptoras pasivas de la asistencia, estas niñas son líderes que utilizarán las habilidades que desarrollen hoy para reconstruir sus comunidades y crear un mejor futuro para todas y todos nosotros”.
