Vientos de cambio soplan en el Medio Oriente. Después de 35 años de prohibición, en Arabia Saudita ahora se puede ir al cine y ver películas ante la emoción de un público que vuelve a ser espectador del séptimo arte en el conservador reino islámico.
“Yo quiero ver todo porque es algo nuevo para Arabia Saudita. Espero que todo esté disponible. Acción, Romance, películas infantiles, comedias y todo”, dice una de las primeras espectadoras en un teatro improvisado con películas infantiles animadas.
Se estima que en marzo de este año estarían abriendo los primeros cines permanentes como parte de una campaña de liberalización que ha abierto las puertas a conciertos, espectáculos cómicos e incluso ha otorgado permisos para que las mujeres conduzcan.
Esta iniciativa del gobierno saudí busca ampliar su economía disminuyendo a la vez su dependencia del petróleo. Ante la oportunidad, las cadenas de cine regionales ya tienen en la mira este mercado. Con el 70% de la población siendo jóvenes, el nicho saudita se pinta prometedor.
