“Calafate, zoológicos humanos”, documental del chileno Hans Mülchi, fue estrenado el pasado 5 de septiembre de 2013, y desde esa fecha ha sido blanco de fuertes criticas y controversias.
La serie revela el secuestro de grupos originarios del extremo sur de Chile a fines del siglo XIX para ser exhibidos en Europa, con la autorización del gobierno de la época. El hallazgo más espectacular, sin embargo, fueron las osamentas de cinco personas de origen kawésqar, que yacían en las bodegas de una universidad suiza, en 2008.
Personas kawésqar, mapuche, tehuelche y selk’nam fueron expuestas como salvajes frente a un público que pagaba para verlos y fotografiarlos en varias ciudades europeas. Su recorrido incluyó capitales como París, Londres, Bruselas, Berlin y Zürich.
El historiador Christian Báez, que investigó durante años este episodio, repitió el recorrido de los cautivos junto al director Hans Mülchi. Ambos viajaron por seis países de Europa y, posteriormente, mostraron su descubrimiento a la comunidad kawésqar de Punta Arenas, que de inmediato se movilizó para conseguir la restitución de los restos de sus antepasados desde Suiza.
Líderes indígenas chilenos han interpuesto denuncias en cortes nacionales como internacionales, exigiendo el retorno de todos los restos de sus compatriotas que pudieran estar en Europa, así como una disculpa pública del gobierno chileno que permitió la salida de los nativos.
De otro lado, las críticas de sectores intelectuales al director Hans Mülchi continúan, pues afirman que con su documental se reabrieron heridas y generaron controversias ya superadas, sobre un supuesto abuso y exterminio contra los pueblos originarios chilenos.