El devastador terremoto ocurrido ayer en México tomó por sorpresa a sus miles de habitantes. Y es que a pesar de la existencia del Sistema de Alerta Sísmico (SAS), los ciudadanos no fueron alertados con anticipación, como ocurrió el último jueves 7 de setiembre, fecha en que se registró un sismo de magnitud 8.2.
Según algunos testimonios, como el del cantante peruano Paulo Uribe, quien reside en México, las alarmas se activaron cuando el terremoto ya había comenzado. “La semana pasada hubo otro terremoto y la alarma avisó un minuto antes, pero esta vez el sistema falló y avisó cuando ya estábamos en pleno terremoto”, reveló en entrevista con Adriana Quevedo.
¿Cuál fue el problema?
Fuentes oficiales aseguran que no hubo una falla técnica. La razón por la que las alarmas sonaron simultáneamente con el sismo y no segundos antes, fue la cercanía del epicentro.
El sistema no pudo anticiparse debido a que la mayor parte de los sensores están ubicados en zonas costeras, mientras que el epicentro se produjo en Morelos, a casi 100 kilómetros del centro de México.
“La alerta, para un temblor tan cercano, suena simultáneamente. No así para los sismos lejanos de la ciudad como el de hace dos semanas, en Oaxaca. En aquel momento fueron 60 o 70 segundos entre el momento en el que sonó la alerta y en el que se sintió el sismo en la capital”, explicó Tomás Sánchez Pérez, director de Comunicación Social del Centro Nacional de Prevención de Desastres en México.
Expertos coinciden en que “es complicado” solucionar este ‘impasse’ para el futuro, pues las alertas sísmicas no están preparadas para anticiparse a un sismo tan cercano.