Una vez más, un grupo importante del Congreso queda en manos de un parlamentario cuestionado. Elvis Vergara, de Acción Popular, fue elegido presidente de la Comisión de Ética, pese a ser investigado por la Fiscalía por presuntos delitos en el caso Los Niños.
El Ministerio Público le atribuye participación en una organización criminal, así como en delitos de tráfico de influencias y colusión agravada. No obstante, Vergara defendió su posición alegando que las acusaciones se basan en los mismos elementos ya revisados en una denuncia anterior que fue archivada.
Lo llamativo es que no se trata de la única responsabilidad que ostenta. Vergara también preside la Comisión de Fiscalización, otra instancia de peso en el Parlamento. Según explicó, asumió la presidencia de Ética por decisión de la mayoría de los integrantes del grupo de trabajo y dijo desconocer si algún colega de su bancada se opone a su designación.
“Lo que puedo asegurar es que no hay otro congresista de mi bancada acreditado. Si no lo han pedido es porque están de acuerdo en que yo participe”, sostuvo.
NO LO RESPALDAN
Sin embargo, Acción Popular como partido expresó su rechazo. A través de un comunicado, señaló que la presidencia de Ética debía recaer en un legislador sin cuestionamientos para resguardar la imagen del Congreso y del propio partido. Además, aclaró que la elección de Vergara no fue consultada con la agrupación política, sino que respondió a una decisión autónoma de su representación parlamentaria.
Finalmente, Vergara se refirió a la reciente renuncia de Juan Burgos como secretario de la Comisión de Fiscalización, atribuyéndola a discrepancias con el estilo de gestión que acaba de iniciar.