El expresidente Martín Vizcarra fue trasladado esta mañana desde la carceleta del Poder Judicial hacia el penal de Barbadillo, en Ate, donde cumplirá cinco meses de prisión preventiva. La decisión fue dictada por el juez Jorge Chávez Tamaris, quien argumentó riesgo de fuga y falta de arraigo familiar y laboral.
CRÓNICA DE UNA SENTENCIA ANUNCIADA
Durante la audiencia del último miércoles, el magistrado señaló que Vizcarra no acreditó adecuadamente su domicilio ni su vínculo familiar, y que sus constantes viajes políticos incrementaban el riesgo procesal. En cuanto a su trabajo, observó que el contrato que presentó como sustento laboral fue suscrito con una empresa cuya gerenta general es su esposa, lo que calificó como un contrato entre cónyuges encubierto a través de una apoderada.
El exjefe de Estado escuchó el fallo con el semblante cada vez más serio, pasando de una actitud confiada a una expresión de desconcierto. Tras la lectura de la resolución, cámaras de seguridad captaron al exmandatario cabizbajo y pensativo.
A su salida de la carceleta, simpatizantes corrieron tras la unidad policial y la ambulancia que lo trasladaban, en un recorrido que partió desde La Victoria hacia el centro penitenciario, donde ya se encuentran otros tres expresidentes.
La defensa de Vizcarra ha sostenido que no existía intención de fuga y que el exmandatario se presentó voluntariamente a las diligencias. Sin embargo, el juez consideró insuficientes los argumentos y ordenó su internamiento inmediato.