Este martes 10 de abril se realizó la paralización de los buses de transporte público y la marcha hacia el Congreso de la República, en busca de medidas reales y eficientes que permitan detener la ola de criminalidad que aqueja a este rubo laboral. Los asesinatos continuos de choferes de diversas empresas han generado el clamor general y el debate sobre eficacia de la actuación del gobierno frente a la inseguridad ciudadana.
“LA SITUACIÓN ERA CAÓTICA”
Al respecto, Martín Ojeda, presidente de la Cámara Internacional de Transporte (CIT), manifestó que se ha reunido con diversos dirigentes de gremios de transportistas y han llegado a un punto de inflexión.
“Hemos tenido conversaciones con varios gremios y la situación era caótica. Hubo una racha de tragedias que era imparable. Empresas adheridas a los gremios a los cuales representamos no daban para más (…) Luego de las desastrosas declaraciones de un miembro de la PNP [Máximo Ramírez] que nos trató como si fuéramos los extorsionadores (…), fue lo que rebasó el vaso”, manifestó.
Más adelante, Ojeda advirtió que es necesaria la participación de los tres poderes del Estado, pues debido a sus asperezas no se avanza con políticas y acciones eficaces frente a la criminalidad, caso contrario este tipo de paralización se va a repetir y “el transporte es una actividad esencial de cualquier Estado", luego añadió: "Acá la población tiene derecho a trasladarse de manera segura y no lo está haciendo”, destacó.
MINISTRO CUETO: “QUE SE PONGAN LÁMINAS ANTIBALAS”
Respecto a las polémicas declaraciones del congresista José Cueto, de la bancada Honor y Democracia, Martín Ojeda recriminó la solución que propuso en el pleno: “la competencia del Congreso es dar protección y seguridad al ciudadano. El señor Cueto es un congresista y prácticamente nos está diciendo ‘ustedes compren pues, ustedes vean’. ¿Esa es forma de legislar?”, cuestionó el presidente del CIT.