El propietario de la casa de Sarratea, Alejandro Sánchez Sánchez, será deportado desde los Estados Unidos a Perú, donde se espera que responda ante la justicia tras las graves acusaciones de su corrupción en su contra.
Así lo confirmó el procurador anticorrupción, Javier Pacheco, quien señaló ante la agencia Andina que la expulsión del amigo del expresidente Pedro Castillo de tierras norteamericanas podría tardar un plazo máximo de una semana.
“No debería ser más de una semana para traerlo, dependiendo de los trámites administrativos internos. Aquí, lo que toca es hacer un trámite administrativo célere para que Estados Unidos declare la expulsión”, sostuvo Pacheco.
El procurador señaló que, una vez en el Perú, Alejandro Sánchez deberá someterse a un procedimiento de identificación en el Poder Judicial y luego será entregado a la custodia del INPE para determinar su lugar de reclusión.
TRÁFICO DE INFLUENCIAS
Al dueño de la casa de Sarratea se le acusa haber incurrido en el delito de tráfico de influencias al presuntamente tener vínculos con la organización criminal que habría dirigido Pedro Castillo Terrones desde Palacio de Gobierno.