Lucero Flores, una joven que ingresó el último viernes por la noche al hospital de Sullana (Piura) con un cuadro de deshidratación y malestar estomacal, fue declarada muerta por la doctora de turno alrededor de las 8:30 p. m. Sin embargo, sus familiares aseguran que todavía presentaba signos vitales.
DENUNCIAN NEGLIGENCIA MÉDICA
Según el testimonio de su padre, Lucero llegó consciente y conversando con él, pero tras varias fallidas intentonas para colocarle una vía, su estado se complicó. “Entró hablando conmigo, me pedía que no la dejara. Minutos después ya no reaccionaba. Le retiraron el oxígeno y la doctora nos dijo que había fallecido”, relató a Buenos Días Perú.
La situación se volvió aún más alarmante cuando el cuerpo fue llevado a la morgue. El personal se negó a recibirlo al notar que la joven aún respiraba, por lo que fue devuelta al hospital. Finalmente, la familia decidió trasladarla a la clínica Santa Rosa, donde los médicos confirmaron que llegó con signos vitales. Su prima incluso mostró un saturador que marcaba 97 de oxigenación cuando ya se encontraba en el ataúd.
Tras varias horas de agonía, Lucero falleció la mañana del sábado, alrededor de las 11:30 a. m., casi diez horas después de que en el hospital se certificara su supuesta muerte.
Los deudos acusan a la doctora Katia Farfán Valdés, señalada como la responsable de haber retirado el oxígeno y firmado el acta de defunción sin agotar las maniobras médicas. “Buscamos justicia. Mi hija pudo salvarse si recibía la atención adecuada”, declaró su padre.