La búsqueda de Ashley Vargas Mendoza, la joven piloto desaparecida tras el accidente de avioneta ocurrido en Pisco, continúa impulsada principalmente por sus propios familiares, quienes se aferran a la esperanza de hallarla con vida. Así lo relató su tío, Anthony Vázquez, a Buenos Días Perú e hizo un llamado urgente a reforzar las labores de rescate.
“Seguimos en la búsqueda de Ashri. La familia sigue con la fe intacta de poder ubicarla”, declaró Vázquez. Según explicó, los esfuerzos provienen en gran medida de voluntarios, bomberos civiles, pescadores y rescatistas que han acudido de forma desinteresada. “Estamos muy agradecidos con ellos y les imploramos a nuevos rescatistas que quieran sumarse. Van a ser bienvenidos”, dijo.
El familiar detalló que incluso miembros de la familia han tenido que ingresar al mar en botes inflables proporcionados por bomberos navales. “Nos hemos expuesto. Hemos perdido un remo, los botes se han volteado. Mi esposa, con mi hijo pequeño, estaba por los riscos gritando con un megáfono el nombre de Ashley”, narró.
SU CELULAR ESTUVO 12 HORAS ACTIVO TRAS ACCIDENTE
Una de las principales hipótesis que mantiene viva la esperanza es que el teléfono celular de Ashley estuvo encendido durante 12 horas después del accidente. “Ella llevaba su celular. Habló con su hermana a las 3:30 de la tarde y con un amigo a las 3:48, ya estando en el avión. Si el celular hubiera caído al mar, la batería no habría durado tanto”, explicó.
Sin embargo, Vázquez lamentó la lentitud del proceso legal para obtener información clave. “Imploro a Telefónica del Perú que nos ayude. Se necesita el levantamiento del secreto de las comunicaciones, pero eso demora muchos días”, señaló.
Respecto al accionar de las autoridades, si bien agradeció el envío de un barco adicional por parte de la Marina, cuestionó la poca visibilidad de las fuerzas armadas en el terreno. “Nos informan que están trabajando, pero les pedimos que desplieguen más esfuerzo. Nosotros estamos buscando con lo que tenemos”, sostuvo.
Los días de búsqueda empiezan a las 4:30 a.m. y terminan cerca de las 8:00 p.m. “En los primeros días recibimos alimentos de lugareños. Luego hemos tenido que comprar víveres: galletas, atunes, lo que se pueda para continuar”, contó.
La familia también pidió ayuda técnica, como el préstamo de una ecosonda, un dispositivo que permite detectar metales bajo el agua. “Hoy los buzos trabajan a ciegas. Con este aparato podríamos hacer un escaneo previo”, explicó.
Finalmente, el tío de Ashley informó que toda colaboración económica puede canalizarse a través del número de Yape 939 981 682, perteneciente a Alexandra Vargas Mendoza, hermana de la joven. También se habilitó una cuenta del Banco de la Nación: 041-3853481, a nombre de la misma persona.