Según la última encuesta realizada por Ipsos, un preocupante 42% de peruanos no consumió alimentos en varias ocasiones durante el último mes por no disponer de dinero suficiente.
Esta cifra destaca una severa crisis de inseguridad alimentaria que se extiende tanto en la capital como en las regiones más alejadas del país. A pesar de las afirmaciones gubernamentales que minimizan estos hechos, la realidad muestra un escenario donde la falta de alimentos básicos es una constante para muchos.
El estudio revela además discrepancias significativas en el consumo de proteínas entre los habitantes de Lima y los del interior del país. Mientras que en la capital sólo el 38% de los encuestados indicó haber pasado días sin comer por problemas económicos, en las regiones este porcentaje asciende a 44%.
Respecto al consumo de proteínas animales y vegetales, solo una minoría logra mantener una dieta equilibrada y constante a lo largo de la semana, lo que pone en cuestionamiento la calidad de la dieta que sostienen los peruanos.
LA REALIDAD FRENTE A LAS DECLARACIONES OFICIALES
Contrario a las declaraciones del ministro de Agricultura, Ángel Manero, quien sostiene que en Perú no existe el hambre sino un problema de calidad en la dieta, informes internacionales y nacionales pintan un cuadro más sombrío.
Según la FAO, más de 17 millones de peruanos enfrentaron el hambre durante el 2023, y la ENDES reporta un aumento en la desnutrición crónica infantil. Este panorama ha llevado a varios congresistas a cuestionar la perspectiva del ministro, impulsando una moción de interpelación en su contra por desatender los niveles críticos de inseguridad alimentaria en el país.