La Policía Nacional del Perú logró desarticular un sofisticado búnker de venta de drogas en el asentamiento humano Nueva Chao, en Trujillo, el cual era dirigido por Jorge Álvarez Terrones, alias "Cerebro", y su hijo Jordan Álvarez Pérez, alias "Pinky".
El allanamiento, llevado a cabo por el Grupo Terna, reveló que la guarida de los malhechores contaba con un avanzado sistema de seguridad con seis cámaras de videovigilancia, diseñadas para monitorear la llegada de las autoridades o posibles bandas rivales. Este dispositivo permitía a los delincuentes manejar la venta de estupefacientes con un alto grado de impunidad.
LOS TENÍAN VIGILADOS
El arresto se produjo tras una meticulosa labor de inteligencia, donde agentes encubiertos se infiltraron en la zona posando como alcohólicos de la zona para evitar ser detectados por el sistema de seguridad del búnker. La policía también descubrió una pequeña puerta de fierro utilizada para realizar transacciones de droga, apodada por los agentes como "la ventana del ratón".
En el momento de la incursión, se encontró más de 1000 paquetes de pasta básica de cocaína y marihuana, además de un revólver que se presume era utilizado tanto para defensa como posiblemente alquilado para cometer otros delitos.
Los detenidos ahora enfrentan cargos por tráfico ilícito de drogas y permanecen en custodia en la sede del Depincri, a la espera de la decisión judicial.
