Un escolar de 15 años perdió la vida tras recibir cuatro disparos en el asentamiento humano Nueva Esperanza, ubicada en la provincia piurana de Sullana. El adolescente, quien trágicamente se encontraba en el lugar y momento equivocado, no era el objetivo de los atacantes. Su primo, conocido como "Piñata", quien recientemente había sido liberado del penal Río Seco, era el verdadero blanco de los sicarios.
Este hecho ha destapado una vez más la problemática de la extorsión y los conflictos por el control de obras que se están llevando a cabo en la región. Estas obras estarían en el centro de una lucha por el dominio territorial y económico que frecuentemente resulta en actos violentos.
LE RINDEN HOMENAJE
La familia del joven fallecido, devastada y en busca de respuestas, ha exigido justicia y una mayor presencia policial en la zona, donde la falta de iluminación y seguridad facilita este tipo de crímenes. En medio de lágrimas y desesperación, los familiares han hecho un llamado a las autoridades para que se tomen medidas que aseguren la tranquilidad y seguridad de su comunidad.
El asesinato ha provocado una ola de indignación y solidaridad hacia la familia, quienes en un emotivo homenaje en su colegio, recordaron al joven como una víctima inocente de la violencia que azota su localidad.
