En la frontera entre Perú y Ecuador, las autoridades peruanas están reforzando las medidas de seguridad ante la posibilidad de una nueva ola migratoria de ciudadanos venezolanos, tras la reelección de Nicolás Maduro. Este escenario ha generado preocupación sobre el ingreso ilegal de extranjeros que carecen de la documentación necesaria para una estancia legal.
VÍCTIMAS DE BANDAS CRIMINALES
Grupos reducidos de venezolanos han sido devueltos a Ecuador después de no poder presentar la documentación adecuada en el lado peruano. Entre ellos, madres con niños pequeños y jóvenes que, después de esperar horas en la frontera, han intentado cruzar por medios clandestinos, a menudo cayendo en manos de bandas delictivas que les roban sus pertenencias y los abandonan sin documentos.
La situación se agravó con el rescate policial de un grupo de 15 venezolanos, incluyendo menores de edad, que habían sido secuestrados por los conductores de un autobús interprovincial. La Policía de Tumbes informó que una mujer había exigido dinero a los migrantes para transportarlos hacia Ecuador, y en caso de no recibir pago, los amenazaba con quedarse con sus pertenencias.
DESTRUYEN PASES CLANDESTINOS
Durante estos días, también se ha reportado la destrucción de cuatro puentes clandestinos utilizados por agrupaciones criminales para facilitar el ingreso irregular de migrantes a través de la frontera. Adicionalmente, las autoridades han expulsado a migrantes encontrados sin documentos en las carreteras o en las calles, prohibiéndoles la entrada a Perú por 15 años.