En la mañana del lunes 23 de octubre, el empresario Iván Díaz Gallardo fue secuestrado por tres delincuentes armados que ingresaron a su local, ubicado en la cuadra 12 de la avenida Perú en Trujillo, disfrazados de policías.
Los delincuentes, vestidos con chalecos de la Divincri, golpearon al empresario en la cabeza y lo arrastraron hacia un vehículo negro antes de darse a la fuga. El incidente duró aproximadamente tres minutos, tiempo suficiente para que los secuestradores se llevaran a Díaz a un destino desconocido.
Las cámaras de seguridad han sido fundamentales para la investigación, ayudando a la policía a ubicar el vehículo utilizado en el secuestro. El carro fue encontrado abandonado en la avenida Wichanzao en la parte alta del distrito del Porvenir horas después del hecho. La PNP llegó al lugar para tomar las huellas dactilares y realizar las diligencias correspondientes.
El coronel Méndez, a cargo de la investigación, no ha proporcionado más detalles, citando que el caso está en curso. Sin embargo, se sabe que el empresario había recibido amenazas de muerte de su expareja en el pasado. Además, Díaz también era prestamista, lo que ha llevado a la Policía a considerar varias teorías sobre los posibles motivos detrás del rapto.
Hasta el momento, no se ha revelado ninguna información sobre un posible rescate. Las autoridades han estado realizando operativos de control de identidad en Trujillo, buscando a cualquier sospechoso relacionado con el secuestro. El incidente ha causado alarma en la comunidad empresarial de la ciudad norteña, especialmente entre aquellos que operan en la avenida Perú, una zona comercial muy concurrida.