En un golpe contundente contra el narcotráfico, la Dirección Antidrogas de Perú (DIRANDRO) ha desmantelado la organización criminal liderada por Kike Guzmán, un notorio narcotraficante que operaba principalmente desde Lima. En el operativo, se decomisaron más de 300 kilogramos de clorhidrato de cocaína que estaban a punto de ser enviados a Europa.
La operación policial llevó a los agentes de la Dirandro hasta el refugio de Guzmán, una lujosa casa ubicada en Lima. Guzmán fue arrestado junto con su hijo, ambos acusados de resistirse a la autoridad. Este arresto es el resultado de una investigación rigurosa que no solo descubrió el escondite de Guzmán, sino también a los demás integrantes de su banda. Los cómplices de Guzmán, conocidos como alias Cholo, alias Zapata Choy y alias Chocolate, también fueron detenidos. Estos hombres solían reunirse para coordinar sus próximos envíos de droga al extranjero. Todos ellos solían viajar en un automóvil, pero había un cuarto hombre, alias Calín, que no necesitaba la compañía de sus cómplices para transportar parte de la mercancía en su vehículo.
Antes de proceder a las detenciones, los agentes de la Dirandro llegaron hasta el refugio de Guzmán en Piura. A pesar de que el inmueble no levantaba sospechas, contaba con la custodia de un hombre. Dentro del refugio, se encontraron evidencias claras del delito que cometían, el cual les había generado considerables ganancias económicas.
Según la investigación policial, Kike Guzmán se dedicaba a exportar clorhidrato de cocaína a través de una ruta marítima desde hace varios años. Esto se debía a la poca revisión que habían encontrado en algunos puertos europeos. Para ello, acondicionaban contenedores para convertirlos en el escondite perfecto de la droga, de manera que nadie sospecharía. Estos contenedores saldrían del puerto de Paita hacia Europa.
Cabe resaltar que, el tráfico de cocaína a través de la vía marítima es la modalidad más usada por las redes criminales, teniendo como destino principal Europa y África Occidental.