Los ríos de la Amazonía, entre ellos el Amazonas, Ucayali, Marañón y Nanay, están sufriendo un significativo descenso en su caudal. Tal escenario no solo obstaculiza el fluido transitar de embarcaciones fluviales, sino que también puede generar un considerable desabastecimiento de agua potable en la ciudad de Iquitos, siendo el río Nanay el principal proveedor.
En paralelo a la preocupación y al interés de las empresas navieras por el impacto de tal fenómeno, el tema del descenso de las aguas fluviales se va convirtiendo en una cuestión de suma urgencia para la población de la región Loreto.
HASTA FINES DE AÑO
Según el ingeniero Marco Paredes, jefe del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) de la región, no estamos ni siquiera a la mitad del verano amazónico y esta tendencia, lejos de detenerse, persistirá durante lo que resta de la temporada para el año 2023, alargándose hasta fines de diciembre. Estas temperaturas alcanzarán 38 o 39 grados centígrados, es algo inusual en comparación a años anteriores, en los que normalmente el verano amazónico se daba hasta finales de octubre.