Más de 100 familias del pueblo joven Túpac Amaru en Chiclayo viven con su casas inundadas con aguas servidas del desagüe, pues desde que empezaron las lluvias más de seis cuadras están inundadas y el agua ya tiene un tono de color verde y emana un olor repugnante que atrae mosquitos y otros insectos.
Las familias afectadas señalan que esta situación ya les ha traído enfermedades, en especial a los niños y a los adultos mayores. Ellos hacen un llamado desesperado a las autoridades a presentarse en el lugar y brindar la ayuda necesaria, ya que hasta ahora nadie ha ido a evaluar los daños ocasionados, ni siquiera el Ministerio de Salud (Minsa) se hace presente para ayudarlos a prevenir otras enfermedades.
Además denunciaron que, pese a que sus viviendas están colapsadas y que no cuenta con el servicio de agua, tampoco el de electricidad y no pueden ni cocinar, ellos no fueron considerados para ser beneficiarios del bono que otorga el gobierno para los afectados por las lluvias en el país.