En Tumbes, un grupo de personas se arrodilló voluntariamente en la cola de un mercado para rezar junto a un policía que con un micrófono pedía a Dios que termine la pandemia del coronavirus a nivel mundial.
Los ciudadanos al escuchar al agente, que predicaba junto a otro colega vestido de civil, se pusieron de rodillas para orar también. Ambos policías pertenecen a la congregación cristiana Cristopol.
Algunos vecinos al escuchar a estos agentes salieron de sus casas para pedir junto a ellos el fin de la pandemia.